En las últimas décadas, la so­ciedad mexicana ha experi­mentado una transformación social y económica sin precedentes en su historia, situación que ha influido en el ámbito de su productividad y consumo alimentario. Como conse­cuencia estos cambios se reflejan en el abandono de tierras fértiles, resultado de la migración de campesinos; la pérdida de capacidad productiva, la degradación de los recursos naturales y la debilidad de la cohesión social rural.

A principios de la segunda década del siglo XXI, la principal consecuen­cia de estos fenomenos fue la men­guada competencia del sector agrícola para responder a la demanda alimen­ticia de la nación.

Con el objetivo de generar un espacio para analizar y discutir la situación del agro en el contexto na­cional e internacional, así como para construir propuestas que impulsen su desarrollo, la Coordinación de Humanidades de la Universidad Na­cional Autónoma de México (UNAM), instituyó el «Seminario permanente Agro Mexicano en el siglo XXI».

Coordinado por Gerardo Torres Salcido, investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), y por Marcel Morales Ibarra, director de BIOFABRlCA SIGLO XXI, S. A. de C. V., el seminario desa­rrollará en su primera fase los temas: «EI agro en el siglo XXI»; «Situacion actual y perspectivas»; «Te­nencia de la tierra y nuevos sujetos pro­ductivos»; «Rezagos sociales», y «Políticas públicas y desarrollo».

Al inaugurar los trabajos del semina­rio, Estela Morales Campos, coordinado­ra de Humanidades, senaló la importancia que tiene para la maxima casa de estudios disefiar y realizar actividades académicas que aborden con profundidad la condi­ción actual del campo.

Agregó que «este tipo de reuniones es el mejor conducto para hacer llegar la voz de los especialistas y de los prin­cipales involucrados en la problemáti­ca a aquellos que toman decisiones».

En relación con lo anterior, Mora­les Campos ponderó la convocatoria plural de las sesiones: «es importante ver la situación del campo desde diferentes perspectivas, como la aca­démica, la de pequenos y grandes productores, la de empresas, la de asociaciones campesinas», y acentuó la relevancia de la participación de re­presentantes del Congreso: «la presen­cia de legisladores es muy importante, porque ellos tienen la facultad de normar las acciones a favor del agro mexicano » .

Al tomar la palabra, el también secretario de Vinculación e Investi­gación de la Coordinacion de Hu­manidades, Gerardo Torres Salcido, dijo que el sector agrario requiere de una acuciosa revisión en los aspectos que determinan su estructura, por lo que el seminario se erige como un ejercicio de vinculación desde la UNAM entre académicos, empresarios, productores y tomadores de deci­siones, con la perspectiva de generar propuestas para potenciar la capaci­dad de desarrollo de los productores del campo.

EI «Seminario permanente Agro Mexicano en el siglo XXI» tendrá como sede la Coordinación de Humanidades y sesionará en su primera fase una vez por mes, de enero a octubre de 2011. Participarán especialistas e investi gadores de la UNAM, de la Comision Económica para América Latina (CEPAL), de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentacion (FAO), del Instituto Interamericano de Cooperacion para la Agricultura (IlCA), del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA), y de las cámaras de Diputados y de Senadores, entre otras dependencias académicas, empresariales y gubernamentales.

Para Marcel Morales Ibarra, agronómo de la Universidad de Chapingo y doctor en Sociología por la UNAM, así como director general de BIOFABRICA SIGLO XXI, el «Seminario permanente Agro Mexicano en el siglo XXI » es el producto de una serie de actividades académicas realizadas en el CEIICH y otras entidades de la UNAM, y expresó que «debido a estos trabajos nos hemos percatado que existe una reticencia para abordar la problemática de la producción del agro en México».

«A pesar de que se ha relegado el terna del campo, su discusión es de vital importancia para cualquier nación, pues existen indicadores de que en el futuro inmediato el abasto alimentario entrará en una crisis de complejidad mayúscula».

«La situación alimentaria de México –continuó Morales Ibarra- es alarmante. En la década de los setentas el campo mexicano producía para cubrir las necesidades alimentarias del país y para exportar un porcentaje considerable de esa producción. Desde hace cuatro décadas se perdió gradualmente no solo la  capacidad de exportación de nuestras cosechas, sino también la capacidad de respuesta productiva a las demandas de la nación».

Según Morales Ibarra, México importa hoy el 30% de su consumo agrícola, situación que organismos internacionales como la FAO e IlCA consideran dramática, sobre todo porque esa dependencia tiende a crecer de manera acelerada.

Otra arista de este problema es la pobreza. En el territorio nacional el 50% de la población considerada en estado marginal se encuentra en el campo. La paradoja es evidente: la gente que no tiene posibilidad de adquirir los alimentos es la que los produce o debería producirlos; esto en un contexto en el que los alimentos se encarecen cada día, pues de acuerdo con cifras proporcionadas por el sociólogo, en 2010 el precio de los alimentos básicos como el maíz, el trigo y la soya, se incrementó a nivel internacional a razón del 60% el primero, y 50% los dos restantes.

A juicio de Marcel Morales, uno de los primeros pasos es detectar donde se tiene que actuar estrategicamente y emplear de inmediato acciones específicas que insentiven la productividad del agro.

Y argumentó: «En los últimos 10 años los recursos públicos destinados al campo se incrementaron en una tasa del 14% anual en términos reales. Esto implica un crecimiento importante; sin embargo, esa inversión solo ha logrado un incremento en la producción de 2%. En buena medida, lo anterior indica que el problema en el campo más que de recursos es la ausencia de un proyecto».

Biofábrica Siglo XXI es una empresa mexicana que articula el trabajo de investigación en la produccion agropecuaria. BIOFABRICA SIGLO XXI estableció un convenio con el Centro de Ciencias Genómicas (CCG) de la UNAM, para la fabricación, difusión, investigación y comercialización de biofertilizantes, como una alternativa económica, productiva y ecológica en la industria agrícola. (LA REDACCIÓN).

Entrevista publicada por Coordinación de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Febrero de 2011/Año VII, Número 56

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